Las enfermedades neurodegenerativas se caracterizan por la muerte de neuronas en diferentes regiones del sistema nervioso y el consiguiente deterioro funcional de las partes afectadas. Esta pérdida progresiva de las células nerviosas es lo que origina los signos y síntomas neurológicos y neuropsicológicos característicos de cada una de ellas. Todas presentan como característica su cronicidad y su evolución progresiva. Son enfermedades que no sólo afectan a quien las sufre sino también a su entorno más cercano. En general, provocan alteraciones en muchas actividades y funciones corporales como es el equilibrio, la movilidad, el habla, la respiración y la función cardíaca entre otras. Así, lesionan áreas físicas vinculadas con la esencia humana: la memoria, la percepción, los sentimientos, la capacidad de tomar decisiones. Aspectos tan vitales de la vida humana que generan efectos muy devastadores y un especial sufrimiento.
Las Enfermedades Neurodegenerativas en España
Se calcula que hay más de 1.150.000 familias afectadas por Alzheimer, Párkinson, Esclerosis Múltiple, Enfermedades Neuromusculares y Esclerosis Lateral Amiotrófica en nuestro país.
En concreto, 1 de cada 2.000 personas presenta Enfermedades Neuromusculares. La Enfermedad de Parkinson afecta a 150.000 españoles, y uno de cada cinco afectados tiene menos de 50 años. Cada año se diagnostican unos 900 nuevos casos de Esclerosis Lateral Amiotrófica y cada 5 horas un nuevo caso de Esclerosis Múltiple, siendo en total más de 40.000 afectados por esta última. El 10% de las personas mayores de 65 años y el 50% de las personas mayores de 85 años tiene Alzheimer en nuestro país.
El aumento de la esperanza de vida en España hace muy previsible el incremento de estas patologías neurodegenerativas, que constituirán el grupo de enfermedades más prevalentes en España. Un gran porcentaje de la población adulta sufre constantemente sus efectos y, si no son adecuadamente tratadas, desembocan en mayores problemas para los pacientes así como para familiares y cuidadores. Para las personas afectadas por las enfermedades neurodegenerativas, es necesario disponer de tratamientos adecuados y una atención sanitaria idónea y no restringida con la que responder al correcto manejo de su enfermedad y prevenir su agravamiento o deterioro. Igualmente es necesario mejorar los recursos disponibles y dar a conocer todos los apoyos existentes a su alcance que sirvan para mejorar su calidad de vida.