Bajo el título de “Futuro Singular: el nuevo paradigma de las organizaciones sociales”, ATAM reunió el 19 de noviembre, durante el XIII Foro de Innovación Social, a diversas personalidades que analizaron las bases de las organizaciones sociales del futuro.
Participaron expertos del campo de la inteligencia artificial, la telemedicina, la genética molecular, la ingeniería biomédica y la neurociencia. El objetivo principal fue analizar los avances científicos y tecnológicos que desembocan en un nuevo paradigma sobre el que sentar las bases del futuro de las organizaciones que se dedican a la atención a las personas con discapacidad, y en general, a los colectivos con necesidades especiales de apoyo. Algunas de las organizaciones de pacientes y de personas con discapacidad más importantes de este país, entre los que se encontraba la Neuroalianza representada por Pedro Carrascal, Director de Esclerosis Múltiple España, debatieron también sobre los retos a los que habrá de enfrentarse el sector social ante la extraordinaria disrupción tecnológica que venimos viviendo.
La jornada comenzó con una presentación de ViveLibre, una plataforma de soluciones tecnológicas para el apoyo a las personas con necesidades especiales que ha surgido de la experiencia de ATAM en el cuidado de las personas y de la colaboración, entre otras, con organizaciones como la Neuroalianza.
El director general de ATAM, Ignacio Aizpún, destacó que “el mundo está cambiando vertiginosamente pero no sabemos hacia dónde, porque un organismo incrementalmente complejo es un mundo imprevisible. Pero lo que sí sabemos es que vamos a manejar ingentes cantidades de información sobre los individuos y su entorno, y eso nos va a permitir desarrollar modelos de atención a las personas mucho más individualizados”. Aizpún explicó que “la tremenda disrupción tecnológica que estamos viviendo está provocando un desarrollo formidable de la ciencia que traerá consigo no solamente una nueva forma de abordar el cuidado de la salud, sino incluso una nueva interpretación del ser humano.”
A lo largo de la mañana intervinieron expertos como Javier de Felipe, neurocientífico, investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y actualmente co-director del “Human Brain Project” de la Comisión Europea quien señaló que “para poder tratar con mayor eficacia las enfermedades cerebrales, será necesario que conozcamos todos los secretos del cerebro y algún día no muy lejano lo conseguiremos. La idea es transformar los datos biológicos en valores matemáticos para crear realidades virtuales y finalmente realizar simulaciones del cerebro. A través de la simulación detallada aprenderemos también como se altera con las enfermedades”.
Otro de los ponentes, Albert Cortina, abogado y humanista así como director del proyecto DTUM, planteó una profunda reflexión sobre los límites del transhumanismo. Cortina se preguntó si estamos dispuestos a aceptar una especie humana mejorada tecnológicamente a partir de una gran transformación de nuestras condiciones naturales. Cortina, coordinador y autor del libro “Humanos o posthumanos”, explicó que se está produciendo una hibridación entre el ser humano y la máquina, “nosotros todavía somos humanos, pero los robots están superando la programación y han empezando a aprender y, por tanto, estamos en un momento crucial para establecer un consenso que permita integrar la tecnología en la mejora del ser humano como persona, alejándolo de aquellos desarrollos que nos deshumanizan”.
También intervinieron en “Futuro Singular” expertos e investigadores de entidades como la European Society of Telemedicine, la Universidad Católica de Murcia, Universidad de Sevilla, University College of London, Instituto de Medicina Genómica de Valencia y la Fundación Champalimaud de Lisboa.
En definitiva, el XIII Foro de Innovación Social organizado por ATAM sirvió para:
- plantear distintos enfoques orientados a ofrecer a las personas una atención única y universal.
- poner de manifiesto la profunda vinculación entre el sector social y la innovación tecnológica que transforma nuestras vidas.
- observar cómo los avances científicos y tecnológicos desembocan en un nuevo paradigma de intervención en el que no segmentamos, no categorizamos y no etiquetamos a las personas.
- entender cómo aplicar todo esto a la hora de construir el futuro de nuestras organizaciones.